Mis encías sangran, ¿A qué se debe?

La respuesta corta sería: cuando no nos cepillamos bien, la suciedad se va acumulando. Dicha suciedad se va calcificando y se mete bajo las encías provocando el sangrado al cepillar.

La respuesta completa es un poco más complicada. Cada seis horas, independientemente de la alimentación, una placa amarilla llamada placa bacteriana que contiene bacterias, parásitos y amebas que crecen y se multiplican, se coloca sobre los dientes y las encías. Existen más de 400 especies diferentes, entre las cuales algunas son agresivas en la unión del diente y el hueso.

El sarro es sólo placa bacteriana mineralizada bajo el efecto de la saliva. Existen dos tipos de sarro: uno amarillo encima de la encía, el otro negro debajo de la encía, más agresivo para los tejidos.

Por lo tanto, cuando nuestras encías se inflaman y sangran al cepillar es debido a una infección bacteriana en curso, y lo que estamos observando son algunos de los síntomas, otros que pueden manifestarse son el incremento de temperatura de la encía que rodea al diente, y el dolor. Esto, deriva habitualmente en dos enfermedades periodontales:

La Gingivitis, es la típica inflamación de las encías, dicha inflamación afecta sólo a las encías y no al hueso que hay debajo, generalmente es reversible.

La respuesta corta sería: cuando no nos cepillamos bien, la suciedad se va acumulando. Dicha suciedad se va calcificando y se mete bajo las encías provocando el sangrado al cepillar.

La respuesta completa es un poco más complicada. Cada seis horas, independientemente de la alimentación, una placa amarilla llamada placa bacteriana que contiene bacterias, parásitos y amebas que crecen y se multiplican, se coloca sobre los dientes y las encías. Existen más de 400 especies diferentes, entre las cuales algunas son agresivas en la unión del diente y el hueso.

El sarro es sólo placa bacteriana mineralizada bajo el efecto de la saliva. Existen dos tipos de sarro: uno amarillo encima de la encía, el otro negro debajo de la encía, más agresivo para los tejidos.

Por lo tanto, cuando nuestras encías se inflaman y sangran al cepillar es debido a una infección bacteriana en curso, y lo que estamos observando son algunos de los síntomas, otros que pueden manifestarse son el incremento de temperatura de la encía que rodea al diente, y el dolor. Esto, deriva habitualmente en dos enfermedades periodontales:

La Gingivitis, es la típica inflamación de las encías, dicha inflamación afecta sólo a las encías y no al hueso que hay debajo, generalmente es reversible.

La Periodontitis, que afecta el anclaje del diente al hueso, siendo más grave, ya que todo el hueso que se pierda no se regenerará, ocasionando que el diente comience a tener movilidad llegando, en caso de no tratarse, a caer.

Nuestro cuerpo cuenta con defensas naturales para combatir estas infecciones. Son, principalmente, glóbulos blancos neutrófilos que destruyen y se comen (literalmente) a las bacterias agresivas, sin embargo un pequeño problema inmunitario hereditario causa una falta de “apetito” en estos glóbulos blancos, sumado a que ciertos parásitos (amebas, tichomonas) se comen los glóbulos blancos, provoca que la respuesta en cada uno de nosotros sea distinta ante estas agresiones, ya que la predisposición genética es importante, aunque no definitiva.

En nuestra clínica dental podemos realizarle un test PST, que determinará si usted es PST “positivo” o “negativo”. Esto, junto al perfil de salud bucodental general nos ayudará a determinar la probabilidad de que desarrolle una enfermedad periodontal agresiva. Este test está orientado, principalmente, a aquellas personas con antecedentes familiares de enfermedad periodontal, y así anticiparnos a la aparición de la enfermedad ayudándole a prevenir sus efectos.

Si ha leído con atención todo lo anterior, seguramente se preguntará ¿es posible la contaminación en la pareja? desgraciadamente así parece ser, según un estudio finlandés de 1998, las bacterias periodontales se transmiten por la saliva en la pareja, así que el estado periodontal de uno, puede terminar afectando al otro. Esto es especialmente importante a la hora de evitar recaídas, ya que de no tratarse a ambos miembros de la pareja se corre el riesgo de entrar un efecto ping-pong que eternice los tratamientos.

Y, ¿Qué tratamientos hay?

Hoy en día no podemos intervenir sobre el sistema de defensa del organismo, así que el tratamiento consiste en frenar el desarrollo de las bacterias y de los parásitos directamente, para así controlar la enfermedad.

La primera línea de defensa ante la placa bacteriana y el más eficaz es el cepillado. A continuación están las limpiezas de boca, (o detartrajes), en la consulta, con la que eliminaremos el sarro infiltrado debajo de las encías con el fin de reducir la inflamación de la encía y por lo tanto el sangrado. Por último, si la enfermedad periodontal avanza hasta convertirse en una periodontitis, sería necesario realizar raspados, tratamiento más agresivo contra la enfermedad. Estos tratamientos ya serían periódicos.

Como resumen, podemos decir que cuando se descubren las raíces de los dientes, además de ser un problema estético también puede aparecer una sensibilidad al frío. Esto le dificultará el realizar un cepillado eficaz, con lo que entramos en un círculo vicioso, si no se cepilla porque duele o sangra, la placa seguirá creciendo, convirtiéndose en más sarro y agravando la enfermedad periodontal, siendo ya imprescindible acudir a la consulta para poder romper este círculo.

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